El Día del Niño es un momento para celebrar la alegría, la curiosidad y el espíritu de los niños en todas partes. Para las familias que viven cerca de la costa—o que simplemente aman el océano—también es una oportunidad para reflexionar sobre cómo el mar moldea la infancia de maneras especiales.

Ya sea que tu familia surfee a diario, camine por la playa los fines de semana, o simplemente sueñe con el aire salado y las olas rompiendo, el Día del Niño puede ser un recordatorio significativo de lo que realmente importa: el tiempo juntos, el juego y la maravilla del mundo natural.

Para los padres y cuidadores, este día es una oportunidad para desacelerar y ver las cosas a través de los ojos de tu hijo—ya sea observándolos montar su primera ola, recoger conchas marinas o hacer un millón de preguntas sobre ballenas y mareas. Se trata de fomentar la curiosidad y la alegría, y transmitir un amor por el océano y el planeta.

No tienes que vivir cerca de la playa para celebrar. Comparte una historia con temática oceánica, mira la puesta de sol, o simplemente hablen juntos sobre sus recuerdos costeros favoritos. El océano nos conecta a todos, sin importar qué tan lejos vivamos de él.

Este Día del Niño, honremos a los niños en nuestras vidas, celebremos la magia simple de estar cerca (o soñar con) el mar, y recordemos cuánto podemos aprender de ambos.